Culture Fit vs. Culture Add en el Fútbol: Construir Plantillas que Ganan y Perduran
- Rocco Baldassarre
- hace 4 días
- 6 Min. de lectura
Hoy todos los clubes hablan de “cultura”.
“Tenemos una cultura fuerte.”
“Reclutamos según la cultura.”
“Protegemos la cultura del club.”
Pero cuando preguntas: “¿Cuál es exactamente vuestra cultura?” la mayoría no sabe describirla con claridad. Señalan frases en los pasillos, lemas en el vestuario o eslóganes en redes sociales — como si la cultura fuera algo fijo, inamovible y eterno.
En realidad, la cultura no es un póster en la pared. Es la forma en que el club realmente funciona — día tras día, decisión tras decisión, persona tras persona.
Y cuando se trata de construir plantillas que ganan y perduran, la cultura plantea una pregunta estratégica fundamental:
¿Queremos “culture fit”… o “culture add”?Personas que encajen con lo que somos hoy — o personas que nos ayuden a convertirnos en lo que queremos ser.
Este artículo explica esa diferencia y la conecta directamente con el rendimiento deportivo.
1. Qué es realmente la cultura (y qué no lo es)
La cultura suele tratarse como algo vago, casi místico. Un “ambiente.” Una “sensación.” Una “forma de hacer las cosas.”
Una definición más útil es:
La cultura es la manera en que una comunidad acuerda trabajar junta.
En un club de fútbol, ese “acuerdo” aparece en preguntas muy concretas:
¿Cómo tomamos decisiones?
¿Cómo se reparten las responsabilidades entre propiedad, director deportivo, entrenador y staff?
¿Cómo entrenamos, competimos, recuperamos y nos comunicamos?
¿Cómo tratamos a los jugadores en forma y a los que atraviesan un mal momento?
¿Cómo respondemos al error, al riesgo y al fracaso?
Algunas culturas son “tight”: muy alineadas, con poca desviación. Otras son “loose”: más autonomía, más variación, más interpretación individual.
Ninguna es automáticamente “mejor”, pero cada una crea un entorno muy diferente para jugadores y entrenadores.
2. La cultura es lo que haces, no lo que dices
La mayoría de los clubes tiene valores oficiales:
“Respeto”
“Trabajo duro”
“Familia”
“Excelencia”
“Meritocracia”
Los publican en su web y los imprimen en el vestuario. Pero a menudo son aspiraciones, no descripciones reales.
Los jugadores y empleados aprenden muy rápido que:
La verdadera cultura se revela en las decisiones, no en los eslóganes.
Por ejemplo:
Quién es elegido, renovado o apartado
Quién es perdonado tras un error y quién es castigado
Qué comportamientos se toleran y cuáles se corrigen
Quién recibe autonomía y quién es micromanejado
Qué se premia realmente: lealtad, resultados, obediencia, riesgo, etc.
Puedes decir: “Confiamos en nuestro staff”, pero bloquear todas sus decisiones.Puedes decir: “Creemos en los jóvenes”, pero no ponerlos nunca.
Los jugadores no escuchan discursos.Observan patrones.Y ajustan su comportamiento en consecuencia — para bien o para mal.
3. Culture Fit: cuando el entorno y el jugador están alineados
El culture fit es el grado en que los valores, expectativas y estilo de trabajo de una persona coinciden con la cultura real del club.
Cuando el fit es alto:
El jugador entiende qué se espera de él
El ambiente tiene sentido
Su forma natural de trabajar es reforzada, no obstaculizada
Se siente respetado, incluido y capaz de contribuir
Esto suele traducirse en:
Mayor implicación
Más energía
Mayor consistencia
Mejor rendimiento sostenido
Cuando el fit es bajo, incluso jugadores excepcionales pueden rendir por debajo de lo esperado.
Un patrón muy real
Lo vemos en muchas carreras: un jugador brilla en un club, se apaga en otro, y vuelve a brillar tras un nuevo traspaso.
En el webinar analizamos a un jugador italiano que pasó diez años en cinco clubes, todos en la misma liga. Y aun así:
En dos clubes se hablaba continuamente de “mal encaje”, “problemas en el vestuario”, “no alineado con el club”.
En esos mismos clubes sus datos de rendimiento bajaban.
En los demás clubes, donde no había problemas culturales, su rendimiento era claramente superior.
Mismo jugador.Misma liga.Mismo rol.
La variable: fit cultural.
Esto no es teoría. Impacta directamente valor de mercado, trayectoria y resultados deportivos.
4. Por qué palabras como “justicia” y “valores” no significan lo mismo para todos
Incluso cuando usamos las mismas palabras, no siempre significan lo mismo.
Tomemos justicia o “fairness.”
En un club, puede significar: “juega el más competente.”
En un club familiar, puede significar: “la familia primero, cueste lo que cueste.”
Un jugador oye “somos justos” e interpreta lo que él entiende por justicia.Luego llega la realidad.
Lo mismo ocurre cuando:
Un entrenador entra en un club que predica “jugar valiente”, pero castiga cada riesgo
Un jugador firma para un club que se vende como “familia”, pero margina a los suplentes sin comunicación
Un director de rendimiento oye “queremos modernizarnos”, pero cada decisión basada en datos es bloqueada por la jerarquía
No son simples malentendidos. Son conflictos de valores.
5. La cultura fluye desde arriba (la “ley de gravedad”)
Una verdad esencial sobre la cultura:
La cultura fluye desde la cima hacia abajo. Igual que la gravedad.
Un capitán puede influir, pero solo en el espacio que el entrenador le concede.
Un entrenador puede redefinir el vestuario, pero solo hasta donde el director deportivo y la propiedad lo permitan.
Un director deportivo puede modernizar procesos, pero solo si el club realmente lo quiere.
Si la dirección dice “queremos iniciativa”, pero castiga la autonomía, la cultura real se convierte en:
“No te muevas si no lo aprueba el jefe.”
Si dice “confiamos en el staff”, pero revisa cada detalle, la cultura real es:
“El control importa más que la responsabilidad.”
Jugadores y personal se adaptan.Reducen riesgo.Hacen lo mínimo para evitar problemas.
La creatividad, la energía y la pasión desaparecen — no por falta de profesionalidad, sino porque la cultura enseña a retenerlas.
6. Culture Add: cuando no basta encajar, hay que evolucionar
Si el culture fit fuera lo único importante, la regla sería:
“Contrata solo a personas iguales a nosotros.”
Pero el fútbol cambia:
Evolucionan modelos tácticos
Cambian intensidad y estilos de liga
Se transforman estructuras de propiedad
Aumentan las ambiciones del club
Llega un punto donde lo que te trajo hasta aquí no te llevará más lejos.
Ahí entra el culture add.
Culture add = incorporar personas que no solo encajan en la cultura actual, sino que ayudan al club a transformarse.
Por ejemplo:
Un club conservador quiere volverse más proactivo
Un entorno cerrado quiere volverse más internacional
Un club silencioso quiere fomentar el diálogo y la transparencia
Esto se puede lograr:
Desarrollando al personal existente, y
Reclutando perfiles que aporten lo que falta — y dándoles espacio para expresarlo.
Culture add no es “diferencia aleatoria”.Es diferencia estratégica.
7. Construcción de plantilla: cultura, números y roles
La cultura se ve también en cómo se construye la plantilla.
En el webinar mencionamos el ejemplo de un club italiano que decidió trabajar con:
Un grupo reducido de jugadores senior
Apoyado por canteranos
En un año sin competiciones europeas
Muchos criticaron el riesgo, pero culturalmente tenía sentido:
Menos jugadores descontentos por no jugar
Más claridad de roles
Más sensación de pertenencia
Y los resultados siguieron: el equipo terminó líder tras pocos meses.
El modelo contrario también existe.
Algunos equipos trabajan con plantillas grandes, pero con una cultura clarísima:“Next man up.”
En esos equipos:
Todos saben que pueden ser titulares en cualquier momento
No existen “reservas crónicas”
La cultura exige preparación constante
Ambos modelos funcionan. La diferencia no está en el número, sino en la claridad cultural.
8. Fit vs Add: preguntas clave para los clubes
Para evaluar culture fit:
¿El estilo natural de esta persona coincide con nuestra cultura real?
¿El entorno la apoyará o la desgastará?
¿Le pedimos vivir valores que no siente suyos?
Para evaluar culture add:
¿Dónde queremos que esté nuestra cultura en 3–5 años?
¿Qué comportamientos hoy nos faltan?
¿Esta persona puede contribuir a esa evolución?
¿La dirección permitirá que esa persona influya de verdad?
¿Estamos listos para el fricción inicial que acompaña todo cambio cultural?
Fit sin add = estabilidad, pero riesgo de estancamiento.Add sin fit = conflicto permanente.
Los mejores clubes piensan en ambas dimensiones.
9. Conclusiones clave
La cultura es cómo trabaja realmente el club, no lo que imprime en la pared.
Los jugadores reaccionan a patrones, no a discursos.
El fit cultural influye enormemente en el rendimiento, incluso cuando todo lo demás es constante.
Valores como justicia, familia o ambición no significan lo mismo para todos.
La cultura fluye desde arriba. Directivos y entrenadores determinan lo que se premia o se tolera.
El culture add es imprescindible para evolucionar.
La construcción de la plantilla es una decisión cultural, no solo técnica.
Los clubes de élite diseñan su cultura. No la dejan al azar.
.png)